Tiempos de oscuridad, de luchas y rutinas
De
ambigüedad confusa y grises días
Avanzando sin luz, sin alegrías
Arropada en
las horas, por tenues luces frías.
De
cansancios, fatigas y desvelos
Se
alimentaba el alma y sus anhelos
Sin vislumbrar
salidas a lo lejos
Rodeada
solo de angustias y silencios.
Esos
minutos lentos, devorando sonrisas
Que se
tornaban solo en miradas sumisas
De pasos
lentos, pesados y sin prisas
Esperando
con ansia por la vida.
Y la vida
llego, valió la pena
Su duro
transitar, pues hoy serena
Sabe que es
imposible en senda ajena
Traspasar
esa puerta que te hace sentir plena.
Sabe que lo
rocoso del camino
No importa
nada, si le da sentido
Si le va
dando formas al destino
Deparándole
campos de dicha florecidos.
No fue
fácil, son tantas situaciones
Que te
dejan en forma de lecciones
Sabiduría
aprendida en los rincones
En que el
llanto dejaba sus razones.
Agradecida
hoy recuerda aquel sendero
Amigos invaluables que no compra el dinero
Como
aliados constantes que le dieron aliento
Le llenaron
de luz y de conocimiento.
Que le
dijeron como comulgar con lo eterno
Que en sus páginas
vivas le mostraron un cielo
Diferentes veredas
por donde alzar el vuelo
Y le
envolvió la brisa y dejo atrás el miedo.
Hoy sabe
que no hay dicha sin llanto y desconsuelo
Hoy da
gracias a Dios por regalos tan bellos
Conocerse a
si misma, porque a través de ellos
El le mostró la luz a grandiosos destellos.
Y mas que
eso le dio otros grandes tesoros
Que hoy por
sus propios pasos van liberando abrojos
Floreciendo a raudales, grandes, fuertes, hermosos
Caminan su
camino de frente y cautelosos.
Gracias
Señor, por todo, no solo por las flores
También por las espinas, lo gris y los colores
Por los amados libros, que cambiaron dolores
Por
libertad y luz y bendiciones.