Aspiro el aroma del café, que caliente y
humeante reaviva mis sentidos, con la taza entre mis manos observo el inicio
del día a través de mi ventana, el sol
nace apenas en el horizonte, claro,
fuerte, espléndido, anunciando un buen día pletórico de luz.
Me gustan los días soleados,
necesito la luz y la calidez del sol, me llenan de energía, de vida. Me
dispongo a vivir a plenitud cada minuto.
Me parece un buen momento para visitar a mis padres, y mi pueblito querido, aspirar sus aires y
encontrarme con mis raíces esas que llevo arraigadas en el alma y que son parte
de la mujer que soy, una mujer que a
pesar de las caídas sabe levantarse cada
vez con mas fuerza sin importar la
herida, cada cicatriz es un orgullo puesto que cada una representa una lección
aprendida y por ende me ha dado una gran dosis de sabiduría que sin duda aplico
a cada paso que doy, a estas alturas de
mi vida puedo decir que el paso es mas firme,
mas fuerte, mas seguro, pero
siempre cauteloso.
Sin pensarlo mas tomo
mi bolsa y emprendo la salida, a una media hora de camino se empieza a divisar
El Tepozán, mi lugar de origen, un rinconcito escondido entre dos cerros y que
en esta temporada empieza a reverdecer
esperando la primavera, desde el coche observo a lo lejos sus casas, sus
chimeneas humeantes, sus hermosos patios
adornados por infinidad de plantas y flores de diversas clases y colores, es
una característica de mi gente, a las
amas de casa les gusta su casa limpia, ordenada y en sus patios las plantas y
las flores le cantan a la vida. Mi
pueblo aunque chico es un pueblo de gente buena, que le gusta el progreso y que hace lo
posible por salir adelante y dar lo mejor a sus familias.
Calles adentro mi corazón empieza a latir con
más fuerza, veo esa casita que visito a
menudo y que es como un refugio para el alma cuando se encuentra cansada,
fuente inagotable de paz. Mis padres me
salen al encuentro con los brazos abiertos y la alegría dibujada en sus
rostros, solos y ya grandes de edad es un gusto enorme cuando alguno de sus
hijos recuerda el nido donde crecimos. Después
del almuerzo, es inevitable, mis pasos se dirigen a mi lugar preferido, la
huerta, es una huerta que mi padre ha mantenido aun con sus menguadas
fuerzas, higos, limoneros, aguacates,
naranjas, etc. hacen de la vista una fiesta de verdor y relax.
Me gusta caminar bajo las sombras
que protectoras se yerguen en días cálidos como este, fijo mis ojos en el horizonte, el sol en todo
su apogeo, la melodía del viento llega a mis oídos y acaricia mi rostro con suave frescura, me
siento bajo la sombra del árbol mas
verde y frondoso y el tiempo retrocede sin remedio , y
vuelvo a los juegos de mi niñez, a
los días en que todo era fácil y mi vida transcurría mágicamente, esos
años de antaño en que mis ojos miraban el mundo de un modo muy diferente, esa
niña tímida, pero feliz, que le gustaba el silencio, las flores, las noches estrelladas y la
naturaleza. Esa niña que vive dentro,
muy dentro de mí toma figura bajo el resplandeciente sol y camina despacio lentamente hacia mí, abro mis brazos y nos fundimos en un fuerte
abrazo… vuelvo a ser yo. De vez en
cuando, sobre todo cuando los problemas
me asfixian y no encuentro salida, cuando la melancolía por esa época tan linda
de mi vida me llega al alma, corro a su encuentro, y que mejor lugar que
este, donde ha quedado una gran parte de
mi y que guarda impregnada entre sus ramas, entre sus aires, entre sus
flores, la fuerza y el equilibrio que
alimenta el espíritu inquebrantable de la mujer que hoy soy.
Con un gran suspiro vuelvo a al presente, aspiro hondo y fuerte grandes bocanadas de
vida, me levanto, y ya sin miedos y con
mas fortaleza que nunca, sigo andando mi camino.
Tu hermosa narrativa me ha llevado por cada trecho de tu viaje.
ResponderEliminarEl paisaje es hermoso, y se entiende que el alma vuelva a renacer cuando busca refugio en tan bello lugar.
Que tengas una hermosa semana, Betty!!
Cariños…..
bellos recuerdos betty, que te dan fuerzas renovadas para encontrar ilusión en el presente
ResponderEliminarsaludos !
joan
Betty,siempre es una gozada retornar al pueblo de la infancia y encontrarnos con esa niña,que disfruta de nuevo de las calles,de las personas y de los seres queridos,que fueron su base existencial y emocional...Una gozada vivir tus letras y sentimientos,que tan consciente y bellamente nos los transmites.
ResponderEliminarMi gratitud por tu visita y mi abrazo inmenso por tus hermosos y sentidos posts.
Feliz miércoles,Betty.
M.Jesús
Hola Betty, un encuentro muy bonito con tus padres y tus emociones, un hermoso, reencuentro con tu sitio de origen. Un ABRAZO
ResponderEliminarHola amiga que hermoso relato, me alegra volver a leerte eh estado un poco alejada de mis blog por falta de tiempo hoy mientras tomo mi café entre, y mira que linda sorpresa me encontré contigo, que bellos recuerdos amiga eso vivirá en ti para siempre, el refugio de la casa de tus padres que te vio te crecer, un hermoso escrito todo un agrado leerte.
ResponderEliminarBesitos de luz que tengas un hermoso día, querida amiga.
No hay nada como volver al hogar que te vio nacer y reencontrarte con los tuyos, con tus raíces, en él están nuestros recuerdos de niña, de amigos que siguen allí…Y nos recuerdan una etapa feliz en nuestras vidas.
ResponderEliminarUn cálido abrazo Betty.
entrañable relato BETTY, desde las raíces misma del existir se proyecta la vida y acciona la misma vida con sus encuentros -desencuentros, crecimientos y evolución
ResponderEliminarabrazos y feliz semana
Un relato precioso, regresar a las raices de vez en cuando es una buena terapia para cargar "pilas".Besotes
ResponderEliminarEl Tepozàn, se vistiò de fiesta, pues los ojos de tu niña interior, lo han recorrido en un texto cargado de emotiva dulzura.
ResponderEliminarUn belleza haber paseado por tu Pueblo disfrutando de las fragancias cotidianas.
Un fuerte abrazo querida Betty.
Betty, el retorno al origen es la vuelta a la seguridad y la protección familiar. A ese lugar del pasado donde se archivan los recuerdos y las emociones. Es como relatas en este hermoso texto acudir la fuente que nutre de energías renovadas para continuar adelante.
ResponderEliminarQuienes somos de pueblo lo vivimos con intensidad.
Un abrazo
Gracias querida amiga por esta generosidad al mostrarnos algo tan personal e íntimo como son las raíces que nos hacen mantenernos despiertos y agarrados a la vida. Ha sido un relato precioso y conmovedor.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo
Si, siempre adelante en el camino, siempre caminar...
ResponderEliminarIsaac
Precioso relato, muy emotivo, esa niña que llevamos dentro siempre nos ayuda a caminar, con su alegría, con su inocencia y pureza, para que seamos mujeres fuertes y sensibles a la vez, humanas.
ResponderEliminarMuchos besos querida Betty, gracias por compartir mi té. Felicidades para ti.
Y después de vivir ese intenso encuentro con la niña que llevas dentro, no temerás perderte en lo incierto del sendero; más confiada, alegre e ilusionada podrás mirar el cielo y ver sus resplandecientes estrellas.
ResponderEliminarUn huerto, donde sopla el viento, se escucha el trino de las aves y se siente el aroma a flores y frutos es, sin duda, un refugio ideal para renovar el espíritu y avanzar.
Siempre en el corazón, amiga. Un besito.
Precioso ir a maravillosos momentos vividos. Ello abraza el corazón de la protagonista y ese sol continúa besando suavemente el día a día.
ResponderEliminarGracias por compartir tu esencia.
Abrazos
Que bonita descripción de tu lindo pueblo, de tus raíces...
ResponderEliminarHermosos sentimientos que siempre vivirán en nuestro corazón.
Te felicito Betty. Un abrazo.
Dios te bendiga.
Hola, Betty:
ResponderEliminarQué bonito es viajar hasta lo más profundo de nuestros recuerdos... Recordar es vivir.
Un abrazo.
Esos Recuerdos que nos llevan a las Raíces y que nos permiten seguir avanzando con energía Renovada.
ResponderEliminarPrecioso.
Abrazos y besos.
Aún somos niños, por fortuna...
ResponderEliminarIsaac
Es un relato y un paseo a la vez a través de tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.
¡Hola! muy bonito, impregnado de romanticismo y luminiscencia. Rezuma un halo positivo y energético. Está bien escrito, transmite alegría y una cierta euforia de vivir. Me ha gustado. Un abrazo
ResponderEliminarSiempre resulta gratificante regresar al origen de nuestras raíces.
ResponderEliminarHe ido caminando de tu mano en el recorrido que hces de tu pueblo, de sus gentes, de tus padres y de tu huerta.
Realmente ha sido un viaje placentero.
Un abrazo.
Hola amiga, realmente las que nacimos y nos criamos en capitales pequeñas o pueblos, hablar de nuestras raíces nos hace rejuvenecer al recordar aquellos años tan bonitos que pasamos, dulces y cálidos al lado de nuestros padres, y hermanos, con un montón de familia para celebrar días felices, y recibir abrazos y palabras de ánimo en malos días.
ResponderEliminarHas descrito la vida de un montón de nosotras, me ha encantado leerte. Un abrazo.
Infinitas gracias querida y admirada amiga por concedernos el privilegio de ser testigos de la belleza de tus recuerdos. Miles de besinos y feliz fin de semana te desea esta amiga con inmenso cariño.
ResponderEliminarHola Betty: que hermoso relato, te felicito.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo.
Son unos recuerdos preciosos Betty, me ha encantado leerlos y sentirlos mientras los contabas. Muchas gracias amiga. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana.
ResponderEliminarHola amiga Betty
ResponderEliminares la primera vez que entró en tu blog,
cuanta hermosura desprenden tus palabras...que salen del corazón.
El mio se llena de belleza y recuerdos al leerte...
y siento una añoranza especial por mis rincones y mis raices...que están en la distancia...cuando sea el momento volveré.
Gracias y un abrazo.
pRECIOSA VENGO A DESEARTE UN FELIZ FIN DE SEMANA CON TODO EL CARIÑO
ResponderEliminarBESOSOOOOOOOSSSSSSSSSSSSSSSSS
Marina
Tus recuerdos y tu forma de explicarlos son muy lindos.
ResponderEliminarcomprendo que la luz del día con su bello sol te den alegría.
un bonito encuentro con tus padres.
Pues te dejo un beso de ternura para ellos, para cuando vuelvas a verlos.
Sor.Cecilia
Yo también necesito el sol...la huerta...soy de Murcia...un beso....
ResponderEliminarBelo blog!
ResponderEliminarChego devagar
vou lendo e em encantado.
Belo domingo.
Ja seguindo
Bjins
Catiaho Reflexo d'Alma
Que belleza de entrada Betty, nos llevas de la mano contigo a ese paisaje maravilloso de tus lugares, de tu vida, te leo y puedo sentir esa sensación que te invade por dentro de tus raíces de todo lo tuyo.
ResponderEliminarCuanto diera algunas veces por poder sentarme en mi malecón de La Habana...
Un gran abrazo y mi deseo de una muy linda semana.
Hola Betty, que tengas una bonita semana, y disfruta de ella.Un ABRAZO
ResponderEliminarHermosos recuerdos, nada como recordar aquellos momentos de la infancia y "revivirlos". Precioso texto me llego al alma,
ResponderEliminarbesos, feliz dia!!
Con todo mi cariño y amistad vengo a desearte una feliz semana.
ResponderEliminarbesosssssssssssssssssssssss
Marina
Recordar la infancia nos hace crecer en el mundo de los sentimientos.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Olá Betty,
ResponderEliminarMaravilhoso seu relato...
Depois de um tempinho ausente do blogs e da net, aqui estou eu de volta.
Grande abraço!
Ótima semana!
Clique Refletindo com a Smareis
VENGO A TI A SALUDARTE Y A AGRADECERTE TU LINDO MENSAJE EN MI BLOG GALATEA. SÉ QUE TE GUSTA MUCHO.
ResponderEliminarMUCHOS BESOS QUERIDA BETTY.
SALUDITOS
Siempre hay un lugar
ResponderEliminarque necesitamos
para anclar nuestros sentimientos,
un bello sueño,
un saludo
Buena idea, seguir nuestros pasos hasta el final, pero que bonito escenario sugieres Betty.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Betty, tedeseo que pases un bonito fin de semana. Un ABRAZO
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